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A” E un venial la inestimable vestidura de la gracia: más compasión debiera causarnos ver á nuestra alma, que es la imagen de Dios, mancillada con tan asquerosos borrones, co- mo son los pecados veniales: mu- cho más sentimiento debiéramos tener'de pensar que tantos ros- tros hermosos, como son las al. “mas en gracia, se hallen desfigu- dos por las faltas leves, que, á juicio de los santos Padres, son úlceras y lepra que afean horrible mente al alma á los ojos de la di- vina Majestad, y la dejan suma- mente deforme. En segundo lugar el pecado venial es una dolencia del alma en extremo peligrosa; es como esas fiebres malignas que van gastando continuamente las fuer- zas y minando nuestra existencia |