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E? de Jesús.» Todo lo cual nos ense. ñó Jesucristo con estas palabras: «Al modo que el sarmiento no puede producir de suyo fruto al. guno, si no está unido á la vid. así tampoco vosotros sino estáis unidos conmigo, porque sin mí nada podéis hacer. ¿Puede darse, pues, cosa más necesaria que la gracia? No tiene el hombre tanta necesidad de los pies para andar, ni de los ojos para ver, ni del aire para respirar, como de la gracia para alcanzar la bienaventuranza eterna. Más fácil le sería volar sin alas,que ha- cer obras sobrenaturales sin: el auxilio eficaz de la. gracia; para que por aquí veamos la estima que debemos tener de este socor- ro divino y lo mucho que hemos de trabajar para merecerlo.