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a brepuja á las estrellas y á todos los cielos, sinó también á todos los ángeles; » y el Seráfico Doctor S. Buenaventura afirma: «Oue la gracia es el primero y el más ex celente de los dones creados: y Santo Tomás se atrevió á decir: «Que el bien de la gracia de un hombre solo, es mayor que el bien de la naturaleza de todo el univer- so.» Y algunos llegan á enseñar que los dones todos y gracias na- turales de $. Miguel, poder, forta- leza, sabiduría, belleza, hermosu- ra y cuantos encantos adornan y engalanan á tan purísimo Arcán. gel, no son nada en comparación con el más pequeño grado de gra- cia que se alcanza resistiendo á un movimiento de ira, por espacio de un cuarto de hora, porque la gracia es una participación de la naturaleza divina.