BCCPAM000536-7-32000000000000
ri nos rodea y que constantemente aspiramos está viciada de materia- lismo: no absorbemos otro am biente que el del mundo impreg- nado de la molicie y sensualidad más refinada: á nuestros oidos He ga el ruido yla algazara de los mundanos: en una palabra, por doquiera se ofrecená la vista ob jetos para despertar las concupis- cencias. Nada tiene, pues, de par- ticular que tengamos tan poco gusto por la mortificación que nos priva de todas esas cosas que tan to halagan á nuestros sentidos Pero esto constituye un grave peligro para nosotros, pues que sin mortificación es de todo pun to imposible llenar nuestros debe res: en el estado actual. para cum plir nuestras obligaciones, necesi tamos imponernos constantes y VI
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz