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80 CARTAS DEL BEATO DrEGO tencia de la enferma y cuidado de escribir algunas cartas precisas. En él veo en mí muy clara la ima- gen ó pintura de un alma tibia, con el miedo de sus graves castigos en el desamparo de Dios «. Su Majestad me mire con misericordia. Infinito agradezco las expresiones de mi venera- do Padre abuelo y me consuela su memoria; ofrézca- me usted siempre á su disposición y lo mismo ála de mi hermana, cuyas oraciones aprecio, deseando siempre tener alguna parte en ellas: siento mucho sus graves padeceres y la deseo el lleno de la divina voluntad. La mía es toda de V. para cuanto quiera man- darme. Pido á mi P. su santa bendición y sus ora- ciones mientras en las pobres mías ruego á Nuestro Señor guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo y menor hijo que más en Dios lo ama y $. P. B. Fr, Dreao José DE CÁDIZ. A mi hermana los días de la Purísima Concep- ción. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. J.M.Y J. (1) Sevilla 11 de Diciembre del 84. Amadísimo y venerado P. mio en el Señor: éste sea siempre con nosotros. Por no retardar á V. el (1) Portradición transmitida por el P. Francisco de Pau- la de Estepa al conserje de los almacenes municipales que el Ayuntamiento tiene en el Convento de Capuchinos de Sevilla, hemos sabido cual fué la celda que habitó en una de las temporadas que pasó en aquel Convento el Beato Biego. En el año 1894 con motivo de su beatificación fué trasfor- mada en Capilla. Hay en ella un magnífico retrato del céle-