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Año 1799 503 N. Señor me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo menor hijo y siervo que más en Ntro. Señor Jesucristo lo ama y S, P. B. Fr. Dreco José DE CÁDIZ. Las nietas todas dan á V. sus expresiones y se le encomiendan. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. j J.M. Y J. Ronda 26 de Febrero de 1799. Amadísimo y venerado P, mío en el Señor: éste sea siempre con nosotros. Amén. Mucho he retardado el escribir á V.; pero ha sido, ya por no haber ocurrido cosa especial; ya por estar bastante atareado con la Pastoral, y con al guna predicación, y ya porque le considero en las gravísimas anuales tareas de ejercicios, nove- na, «. Dios dé á V. fuerza para tanto, y el fruto en las almas que apetece. De este nada he oido de la novena que prediqué el mes pasado de Nuestra Se- ñora de la Paz, ni de las pláticas que estoy predi- cando los viernes de Niro. P. Jesús Nazareno. Sin duda que mi falta de preparación y el hielo de mi corazón son la causa de tanta frialdad en los oyen- tes. Me creo que mi vida y mi predicación causan náuseas y excitan á vómito al Señor, que con infi- nita paciencia me tolera. Hace algunos días que al ponerme en la oración, me pareció que para venir Dios á mi corazón tenía que atravesar un campo de nieve que por todas partes me rodeaba. Los miedos de perderme son grandes y continuos; pero lo es igualmente mi insensibilidad, 6 mi incorregibilidad en todo. La disipación es indecible; y aunque procu-