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Año 1798 499 que sería esta misión por lo escaso de su fruto. La tarde antecedente á la de la siesta referida, había predicado fuertemente sobre esto, y retirándome sin hacer acto de contrición y diciendo con ardor entre otras sentencias Implete mensuram patrum ves- trorum. Me parece que el éxito corresponde fielmen- teá lo soñado. Y lo del sacerdote que dió uno ó dos pasos para ayudarme, comprendo que significa el haberse frustrado con la lluvia la procesión de penitencia que tenía pensado para esta tarde y que me ayudasen en ello varios sacerdotes de la comu- nidad. Los efectos del sueño fueron y son de pesar, porque las almas no se convierten, y de humilla- ción y dolor, porque mi iguorancia, mi falta de consideración ó mi turpimiento y pecados han mo tivado que todo lo predicado haya sido importuno, fútil, y como no del día, ni para la actual necesidad del pueblo. He pedido y pido á Dios que me perdone, casi creido que es mía la culpa. Pida V. á su Majestad que me perdone. Lo del sacerdote no lo he entendi- do hasta que he visto no se ha efectuado la proce sión de penitencia. Luego que concluya aquí me regreso á Ronda á continuar, y si alcanza el tiempo, concluir algunos de los papeles comenzados, cuyo despacho me urge mucho, ; Mi interior sigue siempre con su habitual disi- pación, la que me causa horror sumo, puro no la enmiendo. Dios tenga misericordia de mí. Deseo á V. toda salud, y su silencio me tiene te- meroso de alguna novedad adversa en ella, Tam- bién le apetezco las mayores felicidades en las pró ximas Pascuas del Nacimientro de Ntro. Redentor, como así mismo á mi venerado abuelo y bendita hermana. Yo sigo sin novedad considerable, á Dios