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AxÑo 1797 471 su bendición y encomiéndeme á nuestro Señor, á quien ruego me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia, como lo desea su afectísimo me: nor hijo y siervo en nuestro Sr. Jesucristo Q. S. P. B. Fr, Drkao JosÉ DE CÁDrz. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. A esta carta contestó el P. Alcover la que á con- tinuación insertamos, siendo la única que ha llega. do intacta á nuestras manos. A ella respondió el Beato Diego, tan suave, dulce y humildemente que sin pretenderlo revela su alma de santo. Además de la carta aludida, conservamos los fracmentos que indicamos en su biografía. + Viva Jesus Granada y Noviembre del 97, Amado Diego, hijo mío, en nuestros corazo- nes. Amén. A la tuya del corriente correspondo sin dilación manifestándote, que el día de tu santo te clamé en la santa misa, te diese la mano y sostuviese en el mareo, turbulencia y ofuscación que padecías actual- mente en el asunto pendiente; es verdad que ningu- no de los que has tenido ha llegado á la magnitud de este, y por lo mismo ni entiendes, ni atinas. ¿Qué fun- damento te he dado para que me digas en la tuya: Yo me creía que V. no llevaría á mal que en este y en otros puntos de igual naturaleza me sujete á la de- terminación de mis prelados, á quienes he prometido obediencia? Y yo creía que no me juzgases tan ciego, que cerrase los ojos para tus operaciones y no aten- diese á el Jesús de la cartilla del confesor de monjas después de 30 años.