BCCPAM000535-7-25000000000000
o O ar NT 470 CARTAS DEL Beato DieGO vehemencia de las expresiones y de las absolutas sentencias con que V. se produce, las cuales aunque no turban la paz interior, oprimen el ánimo y lo ponen en la mayor consternación, ansiedad y con- goja. Sólo digo, P. mío que si es Dios, el que á V. le inspira todo eso, el mísmo puede manifestarle, cuán lejos estoy de negarme á seguir su vocación, y todo lo que hay en este particular, que me excusa de in- fiel ó de ingrato en su divina presencia. Si no lo hi- ciese veneraré sus juicios y conoceré que mis peca- dos lo merecen. Si mi amor propio no me engaña, juzgo que estoy en libertad interior para seguir la voluntad de Dios, aunque sea de separarme del santo ministerio en que el mismo por su bondad se dignó ponerme, y así lo he practicado en las ocasio- nes que mis prelados lo han dispuesto, aunque en tiempos bastantemente críticos para mi estimación. Pero su Majestad me ha asistido para que lo haya cumplido con santa indiferencia y aun con gusto. No hago alto sobre un breve sueño de ayer por la siesta en que se me figuró que veía á la Santísi- ma Virgen María, dando el pecho á su santísimo Hijo, casi en los propios terminos que en el sueño anterior y que acercándome se dignó poner en mis indignas manos al Señor de todo lo criado, desnudo como lo tenía, pero hermosísimo, limpísimo, amo- rosísimo, en cuya ocasión se abrasaba mi alma en el amor suyo, en su veneración. Pero esto fué como un relámpago y disperté sin aquel fuego. Bien sé que de esto, ni V. ni yo debemos de hacer caso. Quería uo decirlo, ya porque 1:0 lo juzgo digno de atención y ya porque no pensase V. que es cosa es- tudiada. Pero debo decir en todo la verdad, aunque fuere contra mí. Perdone V. P. mío; mándeme lo que guste, déme
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz