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Año 1795 423 Me repito de corazón á la obediencia de V.; me encomiendo en sus oraciones y ruego á Ntro. Señor guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo menor hijo y siervo que más en N, Señor Jesucristo le ama y S. P. B. Fr. DreGo José DE CÁDIZ. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. t de. ME Ed, Ronda 6 de Noviembre del 95. Amadísimo y venerado P. mío en el Señor: éste sed siempre con nosotros, Amén. Acabo de llegar aquí de mi viaje á Cádiz, de don- de ño pude escribir á V., ni desde Jerez, donde me detuve hasta el día de Todos los Santos. Luego que llegué á Cádiz, vino el famoso Cirujano D. Francisco Canivel, se informó bien y registró el tumor, me dejó descansar dos días y después nizo la punción con su acostumbrado acierto (1). ¡Paciencia! Dios cumpla en mí su santísima vo- luntad. Esta ha sido curación paliativa; la radical es sangrienta, arriesgada, y no del todo segura; así me lo dijeron aquellos facultativos. El tiempo de ha- cerla es la primavera, mas no me determino á ella. Me han mandado comer de carne en este Adviento y que no camine mucho, á mi me parece que pue- do no comerla; pero este médico de aquí me ha obli- gado á dejar la abstinencia desde pasado mañana; 1) A continuación siguen unos cuantos renglones ente ramente borrados que me parece no cortan el sentido.