BCCPAM000535-7-25000000000000

A 418 CARTAS DEL Beato DrEGO abandono, sino que por el contrario, aviva los de. seos de satisfacer por tan innumerables y enormes culpas, de ser el que debo y de prepararme para morir. Y en efecto, me parece que si yo los pusiera en ejecución, había de conseguir el amor a Dios, que es al presente mi mayor deseo y se me figura como fácil de alcanzarlo. Hace algunos días que me conozco llamado á la memoria de la muerte é ineli- nado á que reduzca á ella todos los asuntos de la oración, singularmente los de la noche ó tarde. Pro- curo hacerlo así, y cuando es con jugo, son sensibles los efectos de humildad, dolor de mis culpas y amor á nuestro Sr. Jesucristo, deseos de padecer y de ha- cer cosas grandes por Dios, por la Virgen Santísi- ma y porlos prójimos. Pero soy tal, que á breve rato todo se desvanece. No tenga V. cuidado en reñirme mucho, porque todo lo > cesita «quien tanto abusa de la paciencia de Dios. Va la consulta que V. me manda poner; no sé explicarme mejor. Soy tal que aun las cosas materiales no acierto á declararlas. Inmediatamente me encomendé al Sr, S. Segundo, haciendo ánimo de promesa, de celebrar en su ob: sequio una misa en acción de gracias; van ya dos días, tres con hoy, y nada ha resultado; cúmplase la voluntad santísima de Dios. En orden á los escritos, tengo ya despachada y en Madrid la carta del Soldado Católico, con sus adiciones. Tengo trabajada la mayor parte de la alocución de la Universidad de Oviedo, porque és- ta urge y ya tenía hecho lo más, cuando recibo la de V. El sermón del Puerto me lo exigen casi con fuerza, porque va ha cumplir dos años por Septiem- tiembre, y así pienso trabajarlo después del dicho pa- pel. Supongo la aprobación de V. en la inteligencia que los avisos del pueblo es obra de inmenso trabajo, de largo tiempo y para la que nada más se me ha

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz