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Año 1786 147 tencia, y me sentí interiormente como asegurado de la presencia de Jesucristo nuestro Señor en mi co. razón para remediarme, si yo no me descuidaba: y soy tal, que ya apenas percibo los frutos de aque- lla tan singular misericordia. Padre: soy el más per- dido é ingrato de cuantos viven sobre la tierra. El sermón del P. Ortíz lo voy formando y sale con bastante extensión. Dígame V. quién es el sujeto que á su nombre ha de verlo en Sevilla, para disponer se dé este paso ante todo. El, aún no está domiciliado, ni yo sé cómo he de concluirlo este verano, con tantas cartas de precisión que tengo atrasadas y llegan cada correo. El sermón de Ecija tengo encargado me lo envíen para verlo y me he alegrado me haga V. el mismo encargo. Estas tres nietas agradecen y devuelven á V. sus expresiones y se encomiendan en sus oraciones. Yo aún no he principiado los baños porque suele hacer frío por acá. Deseo logre V. la mejor salud, le ofrez- co de nuevo mi corazón y voluntad, para que me mande cuanto guste; le pido su santa bendición; me encomiendo en sus oraciones y ruego á nuestro Se. for me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectisimo menor hijo y siervo en el Señor, Q. $. P. B. Fr. Drrco Josk bx Cábaxz. A mi venerado abuelo y hermana miles cosas. (1) P. D. El sacerdote con quien digo al señor Obispo que he consultado mi respuesta es D. Fran- cisco Rivero, á quien V. bien conoce. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. (1) Todo lo que sigue está al margen de la priméra ca rilla, qn . " ! F.