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136 CARTAS DEL Bearo DrEGO0 b. s. m. como lo deseaba, porque se acabarán es- tas faenas muy tarde y tengo la precisión de hacer- le otra misión al Sr. Obispo de Málaga en Vélez 6 en Antequera, ó donde determinare que sea. Mi interior, P. mío, se halla tan disipado y lleno de miserias que horroriza el verlo; falto á muchos ratos de oración, ó por no privame de las cinco ho- ras de sueño que me parece necesito, 6 porque con las tareas no sé por dónde se me yá. el tiempo; de modo que, al fin del día, veo claramente que es nada lo que en él he hecho, Dios tenga misericordia de mí. Sólo advierto una poquita de mansedumbre en el trato, tal vez impertinente, de las gentes, d:.: lo de- más anda de mala calidad. La salud no es la más robusta; se me queja el estómago; me da en repetir un dolorcillo entre él y las entrañas que, aunque me desentiendo de él no es despreciable. La cabeza se me desvanece, y en fin, me hallo tal aleunos ra- tos, que me parece imposible (sin milagro) poder acabar la temporada, ó por lo menos, que para el verano tendremos resultas Esto no me aflige, pero, aunque quiero despreciarlo no me es fácil. Dios haga en mí su santísima voluntad. No puedo más, P. mío, voy á predicar. Soy todo de corazón de V. para cuanto pueda servirle; mándeme lo que guste; déme su santa ben- dición, y encomiéndeme á Dios, á quien pido me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo menor hijo que en Dios lo ama y S,P. B, Fr. DreGo José pe CÁDIZ. Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. A mi venerado abuelo y bendita hermana mil COSAS Y SUS Oraciones,

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