BCCPAM000535-7-25000000000000

Axo 1785 135 La misión de Carmona fué al principio recibida con indiferencia, pero al fin fué su Majestad seryi- do de concedernos un fruto extraordinario; pues se cortaron pleitos muy ruidosos y antiguos, y se reme diaron otras muchas cosas de bastante consideración. así entre los eclesiásticos como entre el pueblo, Que- dó establecida la oración mental, á prima noche en diversas parroquias, las pláticas de doctrina, y acor- dó la ciudad no admitir jamás las comedias. Para mi interior fué amarga y de alguna congo- ja, de modo que, aun para predicar me hallaba con dificultad y trabajo; pero bendito Dios, no me falta- ba el buen deseo y la recta intención que para más purificarla, procuraba y procuro unirla con la de nuestro Señor Jesucristo cuando se ocupaba en es- tos ministerios. Aquí experimento no sé qué sere- nidad de ánimo y facilidad en producirme, que me hace esperar igual fruto de la misericordia del Se- fñor que en otras partes ó en la primera misión que hice aquí. Su Majestad haya que así sea; lo atribu- yo, en gran parte, á la protección del venerable P. Posadas (1) cuyo sepulcro visitó antes que al Ilus- trísimo para encargarle la misión y pedirle su espíritu y asistencia como en la pasada; y vivo con- fiado en que Dios ha de ser nuevamente glorificado por medio de este venerable siervo suyo Concluída esta tarea, por Pascuas, tenemos que pasar á continuarla en Ecija, donde nos acompañará el señor Arzobispo, porque así nos lo tiene prevenj- do, y de allí piensa que vayamos á Utrera. Con esto, dudo mucho poder hacer la misión de Madrid, y de consiguiente, tener el consuelo de ser allí con V, y 1) Este siervo de Dios, natural de Córdoba, murió en 1713, fué beatificado mereciendo que lo tuviesen por otro san Vicente Ferrer. No conoció al Beato Diego y lo anunció llamándolo san Pablo Apostol.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz