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AÑo 1786 133 motivos y uno de ellos porque V. P. M. R. me ha de enterrar». Se cumplieron los cuatro años de su prio- rato y reconviniendo al P. Ortíz por su mismo di- cho, le respondió: «No es tarde: V. P. M. R. me ha de enterrar». Se hizo capítulo, lo reeligieron por prior y al fin del cuarto año se ha verificado el va. ticinio. Yo me persuado que esto arguye estar lejos de toda ilusión. En fin, P. mío, me parece que esto estuyo tan lejos del defecto como lo está de la ver. dad cuanto á V. lo han informado. Si yo pudiese, que apenas se puede encontrar quien diga algo de su vida, enviarle los informes que recibo, estoy segurí- simo mudaría V. de concepto sobre este varón Justo. (1) Espero su respuesta para salir de la fatiga y cuidado con que quedo. Voy trabajando la decena de nuestro santo Bau. tista, El día diez y seis empezaré la novena de nues- tra Madre de la Paz cuyas pláticas todas tengo á mi cargo y concluida seguiré mi viaje. De Zaragoza aun no ha llegado la respuesta. Estas nietas con la domínica agradecen y de- vuelven á V. sus expresiones, y yo para mi yenera- do abuelo y amada hermana. Pidoá V. su santa ben- dición, me ofrezco a su disposición, me encomiendo en sus oraciones y pido á nuestro Señor me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. (1) Este preclaro hijo del Carmelo es el siervo de Dios P. Presentado Fr. José de Santa Bárbara Ortiz de la Estre- lla, Carmelita Calzado, muerto en olor de santidad en Sevi. lla á las tres de la tarde del día 3 de ( Jctubre de 1785 á la edad de 87 años menos dos meses. Fué natural de Huelva, y es una gloria de su esclarecida Orden y de su patria, La Oración fúnebre predicada por el Beato es un cumpli do elogio de sus virtudes y un himno entonado á su vida portentosa. Se imprimió dos veces, y se hallará en el tomo H de las «Obras del P, Cadiz.»