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CARTAS DEL BEATO DrEGO 114 Amadísimo y. venerado P. mio en el Señor: éste sea siempre con nosotros. No puedo negar á V. me tiene con el mayor cuidado su silencio; no porque me niegue sus car- tas, que en esto si el amor propio no me engaña, me conformo con la voluntad de V., sin violencia alguna porque en ella venero la de Dios: sí lo ten- go por el temor de que haya comprendido á V. la general epidemia de tercianas: me alegraré no sea así y que logre V. la mejor salud; yo á Dios gracias sigo bueno y he observado en los baños el consejo que V. me dió con el que me ha ido muy bien. Pero ya es forzoso dejarlos porque el veinte y nueve de este salgo para Cádiz llamado de mi P. Provincial y de allí seguiré inmediatamente á Sevilla á las fun- ciones del Beato Bríndis, para luego venirme á Má- laga. Déme V. su santa bendición para estas peregri- naciones. Ha llegado á mis manos el libro que ha escrito en la corte el licenciado D. José Covarrubias: Máximas sobre Fecursos de fuerza Y prote eción y en lo poco que he leido he hallado varias herejías y proposiciones fatales; como que su fundamento es el error contrario al dogma que declara el capítulo Unam Sanctam. Me hallo con vivos deseos de hacer una delación de sus proposiciones á la Suprema de Madrid: pero me tiene perplejo el éxito de ella; veo que por el consepto que debo al Monarca ha de po- ner en sus manos la delación el señor Inquisidor General; me hago cargo por lo que conozco del nin- gún efecto que tendrá si Dios no hace un milagro; y aunque será tal vez motivo para empeorar el asunto; pues sé también que ya está el Rey preveni- do y protege al autor. Por otra parte, temo el callar en ocasión tan delicada. En fin. traigo bastante ba- talla conmigo, y sólo me sosegaré con lo que V. me