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Año 1785 113 yo sigo el dictamen de V. en la brevedad de estas devociones vocales, pero ahora ha sido forzoso esto. Tengo en el Convento las obras del Venerable P, Luís de la Puente, pero es muy poco lo que en ellas he leído; si no me engaño, registré algún tiem- po hace, ese trutado: mi mayor fatiga es que, ha- biendo tanto nue estudiar, nada estudio, embargado con la predicación, cartas y papeles de cuidado,y esto me aflige bastantemente. Dios tenga misericor- dia de mí, Del interior nada digo, porque sigue en su ruin- dad habitual y lo que hago es como sin sustancia alguna. ¡Qué miseria! La semana pasada no escribí a V. porque estuve en Zahara, cuatro leguas de aquí, asistiendo á una sobrina mía, casada, que murió en mis manos, de unas fuertes culenturas que rindieron su natural gigante robustez; enco- miéndela V. á Dios y á sus padres que padecen mucho. Estas nietas, todas agradecen las expresiones de V. y se las devuelven encarecidas. Yo las devuelyo reconocido á mi venerado abuelo y buena hermana, encomendándome en sus santas oraciones: las de V. las necesito mucho, y se las pido consu santa ben» dición y á Dios Nuestro Señor que me guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De V. su afectísimo menor hijo que más en Dios lo ama y $. P. B. Pr. Dreao José be CÁDIZ. Dígame V, si aun he de escribirle todas las se- manas Mi P. y Sr. D. Juan José Alcover. + M. Ronda 23 de ¿eo del 85.
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