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I9I de no poder, (de no atreverme) á predicar sin es- tudio, y esto con zozobra y empeño, especialmen- te los primeros días Podo ha sido confusión y con- goja, más de lo que pue lo decir. ¿Qué diremos á esto? usted lo sabe: que su volunta: d es la mía! El fruto de la misión ha sido colmadísimo, espe- cialmente en gente humilde y pobre: en la gente al- ta no veo tanto movimiento. Fué necesario sacar el Púlpito á la Plaza para que á todos alcanzase, las Iglesias eran muchos los desórdenes. porque en las El primer día que fué el 23 de +ebrero, y el últi- mo o de Marzo fué en la Catedral con asistencia del Señor Obispo y su llmo. Cabildo. La publicación por las calles e | 22 del pasado, y la procesión de penitencia el 8 de: este. Lo que á esta misión me movió fué la extrema necesidad del Pueblo y el ha- berles repetido y entendido de otros nos amenaza- ba un cast Igo de Dios: este movimiento era inte- rior y con alguna fuerza, y luego que usted me aprobó que dando el Ilmo. su permiso lo hiciese, pasé á verlo, y con él la principié y seguí del mo- do dicho. En ella lo más especial que ha suce ¿dido ha si- do que el día de la Co nunión gene ral, el anterior al dela Penitencia, haciendo cargos al Pueblo del cor- to fruto que se don me ocurrió, habiéndolo pen- sado antes,el decir los pe: de ome tidos aquel día: Acor deme de ello en el sermón, quise dese -charlo; pero me pareció sería bien el decirlo,y así dije esta proposición:Quereis ver el fruto de esta misión?Pues inferidlo de esto, que quizás no lo creereis: Desde las 12 de la noche hasta esta hora se han cometi- do en Málaga veinte y dos mil pecados mortales, y entre ellos tres ó cuatro diformes, que por no es- candalizaros no los digo: (Creo es seguro, y aún