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E 195 que me lo haya impedido; mas no por eso deja el interior de estar lleno de miedo, por si haré de las mías. No obstante, estoy en ánimo de retirarme dos ó tres días antes de carnestolendas (si puedo) para á lo menos entregarle á Dios mi voluntad, y restituirle algo de lo mucho que le he usurpado,'co- mo usted sabe y con luz del cielo me dice. Como estoy recien llegado, aún no he sabido la respuesta de su Ilma. sobre la misión de 10 días: en todo me dejaré ir con lo que Dios disponga. Ojalá no me separase un punto de su santísima voluntad! Mi interior está disipadísimo, insensible y du- ro para Dios: no sé como el Señor me sufre. Mi amor propio tan encimado, que no me deja respi- rar. Las pasiones desenfrenadas, y todo yó hecho un lazarino. Dios me mire con misericordia! La carta de Ronda me llenó de confusión y amar- gura, en vista de mi suma miseria: no perdí la paz, pero el alma se amargó hasta el fondo más profun- do; mas cón-el vigor que me dan las voces de mi Padre, llegué á sentirno me diese usted algún cas- tigo en pena de mi culpa por lo sucedido en Ecija: hágalo usted por Dios, si le parece, pues deseo aca- bar conmigo. Mi Padre Fernández sigue malo, dándole dia- riamente calentura: así me lo aseguraron: y yo por la M. Beatriz le envié la inclusa de usted. Luego que pase la Cuaresma, creo pasaré á Granada á hacer misión: todos los Padres y Supe- riores míos me instan infinito á ello, porque ha tres años ó cerca, que aquel Ilmo. lo pidió, y ya se ha manifestado con algún disgusto por mi tardanza. Siendo así, no podré ir ála profesión de la Madre Ca- talina ni 4 Arcos con ese Señor llmo. á quien así se lo previne en Ecija. Los Señores Duques me 24