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que oye. Los diez días de mision pueden conventr, y convendrán con licencia, si la diere ese llmo., y tu te armas de celo prudente y desconfianza propia; pero ant- mada de una vivisima fé en quien dá ¡cuando se nece- sita) voci sue virtutem. Que haya fruto ó sea me- nos, noes de tu cargo. Al jornalero toca cavar ó arar la tierra, arrojar la simiente, y cóase ó no, mo es de su cargo, El que lo tiene para servirse de él, no le pedirá más. El que es dueño mide la coleccion y de ella cosecha mucho. Según me dicen, desea Catalina que vengas á pro: fesarla. El ARA del Ilmo. me dijo que piensa su lima. traerte después de cuaresma á mision en Arcos. El Señor disponga lo que más convenga. Yo sigo mts tareas, que son las que sabes. Siempre el mismo, insenst- ble, duro, etc., ruega por mi firme, generosa y séria resolucion de hacer lo que enseño á todos. ¡Quien we fuera Santo! ¡Si serlo fuera como enseñar á serlo! Mas, ay! que el que no lo es, sabiendo como los otros lo deben ser, queda inexcusable en el ¡juicio del Señor. Ex ore tuo te judico, serve nequam, se me dice y dirá, sí no me rindo; pero no me rindo. Ruega por mí! La de Casa-estrada, que sigue bien te escribió á Ronda tam- bién; has por decirme si han llegado estas cartas. La Bizmeta debe muchísimo á su Dios que con tanta anticipacion la aprensa y se lo dió á conocer. Debe vivirle muy reconocida,y con el mayor esmero con- tinuar ese trato familiar con su Esposo amado; y luego que por su culpa sienta la reprension y el desvío, aliente su fé, esfuerce su esperanza, deteste su ingratt- tud y vuélvase á su interior, que (tal es Dios) que allí lo hallará; y sí se oculta, espere, espere y espere! que ella di6 el motivo; pero espere sin aturdimiento, con resig- nación y viva fe. Eso de la comida todo es prestigioso, y si con humilde resignación la tolera, el medio de que