BCCPAM000535-7-08000000000000

— 167 — y añadió, (¡que pronto reprendió Dios las puerili- dades de mi aniñado espíritu!) que no había de bus- car consuelós interiores en semejantes casos. Yo por abundancia y por qué se yo, le añadí habérse- me ocurrido esta especie consagrando en la Misa, distraido de la debida atención; que usted me lo había moderado á la prudente forma con que se hi- zo por haber sido mi pensamiento dejarlo en el sue- lo. Me temo si erré en decirle estas cosas; si así fué, por Dios: que usted no me perdone, sí, que me castigue, como merezco. Después he sabido que los Señores quedaron y siguen con un aturdimien- to notable, y que este fué el efecto que les hizo. Ayer por la mañana, día de San Andrés, se juntaron los Señores de nuevo, á petición mía, y llegué á despedirme, entregándoles el santo Cristo ya compuesto, y dejándoselo como para perpétua memoria, con la condición que presenciase todos los cabildos ó juntas, en las que si hubiese alguna división ó desunión en los dictámenes, ganase cua- renta días de Indulgencias el que dijese: 4gut está este Dios Crucificado: Les: hice un breve exhorto, sobre lo antecedente, concluyendo con el pacem relinguo vobís, etc. Este es todo el caso. De lo demás del Pueblo nada digo, porque lo sabrá usted por el señor Obispo: no se ha visto cosa especial, sí el mucho concurso los últimos días á los sermones y á los jubileos de la Comu- nión general. Yo voy gustoso con que se haya he- cho la voluntad de Dios, y solo con el sentimiento de si en algo lo habré impedido. Ya salgo hoy para Málaga, donde tengo que predicar el día 10 enla octava de la Purísima Con- cepción en los Padres Clérigos menores, y pronta- mente pasar á Velez á un novenario de misión. La A A ¡Lar Je ” ai l A O A

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz