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— 163 — mos puesto, porque es claro y evidente que fué escrita en esa fecha como en ella consta terminantemente. Del resnltado de este negocio y de toda la misión da cuenta el Beato Diego á su Padre espiritual en la que sigue: t JM. y J. Ecija 1 de Diciembre de 1778. Amadísimo y Venerado Padre de mi alma: El Señor nos dé su gracia para que acertemos á ser- virle. Recibí con el mayor aprecio las dos de usted, primero la segunda que la primera. Ellas son, Pa- dre mío, la vara de Moisés, que saca aguas de un duro pedernal cual es mi Corazón, sólo blando pa- ra los sentimientos del amor propio, ó aleco de la voz de usted. El Señor me mire con misericordia y no según yo lo merezco. Por la de usted veo con evidencia que en todo quiero introducirme, porque no acabo de separar de mílo que de Dios me separa, mi amor propio. ¿Y cuándo llegará este día, en que libre de mí, no impida más á Dios la ejecución de su obra? Cuchi- llo es este, Padre mío, tan agudo para mi alma, que me tiene siempre en la mayor congoja, y á no contenerme la sujeción que á usted debo, y que mi alma la abraza tan de veras, dudo si permanecería en este tan alto ministerio, por lo mucho que me