BCCPAM000535-7-08000000000000

— 151 — tural: mas con la experiencia, y más por las instruc- ciones de usted, creo firmemente es Dios el que lo dice, y asílo recibo y agradezco. La tarde siguiente, Lunes, se hizo la publica- ción por las calles: llevando el Señor Auxiliar el Santo Cristo, y yo exhortando por las calles con al- gún vigor y oportunos no estudiados pasajes de la divina Escritura, con que movido el Pueblo tu- vimos un crecido y respetable concurso. Ha segui- do y sigue esta tarea tres días en semana en la Pa- rroquia de Santiago, presidiendo el Ilmo: los inter- medios me voy á los cabos de barrios, donde en las grandes Iglesias de sus Conventos predico á los que concurren: hoy le toca á su Convento de us- ted, y el Domingo pasado fué el de los R. R. Es Domínicos, y mañana en los P. P. mercedarios cal- zados. Al Clero se tendrán tres días, y á la Ciu- dad uno, porque parece lo quieren reservadamente. Pero, Padre de mi corazón, ¿Cómo dire á usted mi profundo, bien que no inquieto desconsuelo, al ver la ninguna ó levísima moción del Pueblo? Ca- torce días cuento hoy, y aun no he notado fruto alguno, ni en el asunto de las discoftdias ni en otro alguno. ¿Lo creerá usted? Pues así es. ¿No es vi- sible el castigo de mis culpas? Mas le digo á mi Dios no me castigue con males ajenos, sí con tra- bajos propios. Le pido, le clamo, bien que siem- pre tibiamente; mas nada adelanto. Los concur- sos por lo común menos que medianos, y todo así. El Confesionario se lo llevan laspersonas de- votas, pues nada, nada viene especial. Predico no sé como; duro, fuerte, despegadoy obscuro. Ni sé, ni me parece puedo otra cosa. Si esto sigue así, y Dios no hace de las suyas, yo me iré, dejando el Pueblo en peor estado, que AA E ES

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz