BCCPAM000535-7-08000000000000

— 143— moto del camino de la perfección! Qué lleno de miserias! Qué desnudo de cuanto debo tener, se- gúnlo que usted me enseña y manda! Confieso á usted, amadísimo Padre de mi corazón, que temo sepa usted el estado de mi interior, porque juzgo me arrojaría de sí y me cerraría la puerta, aun á la esperanza de merecer su celestial doctrina. Ah! este sería el último y mayor de mis males! Por amor de Dios no se canse usted, ni se desconsuele de ver mi desaprovechamiento y atraso, Crea usted deseo eficazmente obedecerle en todo, pues en solo ello fundo la seguridad de mis aciertos y de mi bien todo. Del Padre Fernández sé que se puso perfec- tamente bueno, y que ahora últimamente le dió una destemplanza, que atribuía á una poca de agua fría que había bebido. La enferma por quien vine es su Biznieta Ó Nieta de usted, que sigue muy accidentada y fatigosa en todo. Dá á usted infinitas expresiones y dice no puede olvidarlo; pe- ro que teme la tenga usted abandonada. Yo me alegraré logre usted la mejor salud, y siento que esas criaturas, por causa mia lo moles- ten: el Señor dé á usted fuerzas, como se lo' pido; y á las Sras. Marquesas del Casalá quienes tampo- co olvido. Mi alma, corazóny todo yo soy de usted, Pa- dre mío; y puede mandarme lo que quiera, seguro de mi voluntad, con que pido á Dios guarde su vida muchos años en su santo amor y gracia. De usted su más afto. é indigno hijo, Q, S. P. B. $e. Diego 4. de Cádiv.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz