BCCPAM000535-7-08000000000000
142 — Para esta Misión de Ecija no puedo, Padre mío, decir á usted fácilmente cuanto es el desga- no, desaliento y caimiento de ánimo con que me hallo. Puede que sea de alguná falta de fuerzas que en mí reconozco, tal vez originada del trabajillo de esta novena, que ha sido alguno; mas me per- suado será motivado más bien de mi amor propio y falta de fé para el fruto deseado, que miro difi- cultoso en los ánimos de aquellas gentes, muy en- conados en sus discordias. El Señor haga lo que más le agrade, porque yo haré lo que usted me dijere. Hablé al Médico sobre los ayunos, y me man- dan comer carnes en Viernes y Vigilias, y asílo si- go, aunque guardando esos días la forma del ayu- no, con la aprobación y dictamen del Prelado que así le ha parecido conveniente. El interior se halla de modo, que le viene á propósito aquello de 4nima mea, Domine, sicut terra sine aqua tibi. Tal es su dureza, tal su aridéz, tal su esterilidad de frutos, y tallo agostado ó seco de sus obras todas. Solo las espinas de sus pasiones están frescas y vigorosas. Bien que la caridad ó amor á los projimos no deja de conmover toda el alma, cuando ocurre alguna cosa, aunque solo sea en el pensamiento: mas se queda en movimientos, sin que su fuerza que es mucha deje más lugar que á losintensos y vivos deseos de carecer de la vista de Dios hasta el día del juicio, dar la vida ó: ser- vir de puerta al Infierno, porque ellos se convir- tiesen y ninguno entrase más en aquellas penas. Pero, oh Padre de mi alma! que mal se compa- decen estos afectos con mis obras y con el aban- dono de mi propio adelantamiento! Qué distante me veo de Dios! Qué lejos de agradarle! Qué re-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz