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— 140 — De los asuntos de la señora Marquesa ya sa- brá usted no se ha podido conseguir cosa alguna: no sé qué querrá el Señor de esta criatura: yo la tengo sobre mi corazón, porque deseo su mayor bien, y solo me consuela el que usted está á.la vista,ly lo principal, que Dios lo ve todo, y no se duerme. De mis cosas, Padre mío, solo digo á usted que'voy peor cada día y que no sé hasta dónde ha de llegar este destrozo interior, y este pecar; solo la paciencia de Dios puede sufrirme: ahora de resultas de haber leído, estando en Ronda la vida del V. P. Diego Pérez, he quedado afecto al ejercicio de las jaculatorias para tener á Dios pre- sente, mas es como todas mis cosas, desear y no hacer, prometer y no cumplir: Dios. tenga miseri- cordia de mí, aquella grande que David pedía. Me alegraré se halle usted aliviado ya en sus padeceres, y que tenga salud para seguir sus ta- reas, á las que no quiero añadir la de que me res- penda, pues ya ve usted'no pide respuesta, sí sólo el que usted no me excluya del número de sus en- comendados. Yo sigo sin especial novedad, bendi- to Dios, aunque la cabeza no acaba de fortalecer- se: mis oraciones y cortas facultades son de usted y así puede disponer de ellas como guste. Nuestro Señor guarde á usted muchos años en su santo amor y gracia como se lo pide este su afectísimo Nieto é indigno hijo q. s. p. b. Yi. Diego €S, Je Cádiz.