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PMI Málaga 21 de Agosto de 1778 Amadísimo y venerado Padre de mi alma en el divinísimo Jesús: éste nos dé su gracia para que le sirvamos. No he podido, Padre mío, avisar á usted antes mi llegada á ésta, donde como en todas partes tie- ne á sus piés mi alma, pendiente de su voluntad con la fuerza y verdad que deseo conozca usted, por- que yo no sé explicarla ni qué es esto. Ahora mo- lesto á usted con esta para decirle, cómo mi cabe- za es poco lo que ha adelantado en Priego, y así se mantiene ruin y endeble, y lo mismo las fuerzas; no es cosa lo que molesta; pero sí lo es el miedo en que me pone para trabajar. Mas no es esto lo que me impide hacet lo que usted me tiene ordenado en orden á la pluma, sí el haberme encargado mi Prelado una novena de N. P. S. Francisco para un Convento de santa Cla- ra aquí, y el sermón del santo Padre en casa para su día, con alguno otro raro que hay en toda esta temporada,fque aunque no moleste el estudiarlos, molesta el tiempo que se llevan; por esto espero me diga usted, cuando pueda, ó con una palabra á la Marquesita, ó á esta señora, si he de aplicar- me á escribir, no obstante lo que digo. Yo sigo en todo el que usted conoce, sin en- mienda y sin adelantar un paso, disipadísimo y ti- rado á las criaturas. La oración dormido y no mu- Cha; las pasiones desenfrenadísimas; los apetitos do-

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