BCCPAM000535-2-21000000000000

Iv y á veces de tonos tan épicos, que cautiva la atención desde que se empieza á leer, co- mo aconteceen La gratitud de un náufrago que comienza así: «Pescadores atrevidos, que fiados en las frágiles tablas de un bar- quichuelo, con los remos y las red-s os lan- záis el mar, buscando el sustento de vues- tras familias; si queréis saber dónde tenéis un refugio en días de tempestad, acudid á la Virgen, llevad su escapulario y rezadle una salve al comenzar vuestra fuena. Niñas de la playa, que tenéis á vuestros padres ex- puestos á la inclemencia y los peligros de un mar turbulento y agitado, donde buscan, entre rudas faenas, el alimento para voso- tras; si queréis que vuelvan libres á vuestro hogar, pedid por ellos á la Virgea, y no los dejéis marchar á la mar sin que lleven pen- diente del cuello el escapulario de María.» Y hecha esta introducción empieza la sencilla historia que se hace más interesante á me- dida que el Tío Lucas cuenta los peligros en que se vió el día del naufragio. En la historia de Pilarita dan ganas de llorar al ver el último consejo que le da su Padre en el lecho del dolor; y luego admira y arrebata el heroismo de la niña, defendien=

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz