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186 LA CUEVA lí donde las lao: ' *8narr ner- : E Ju gas y e£spar Tagucras son más espesas y las peñas más puntiagudas, descubre la boca de una caverna, morada de cuervos y de alimañas, llamada por los naturales «Cu del remordimiento, nombre que debe su origen á la triste 1. yenda que des- pués de algunos siglos corre de boca en boca entre los habitantes del pueblo, que la refieren de este modo. D.+* Clemencia era una señora anciana y sin hijos, dueña de una regular fortuna. Sólo tenía en su casa una criada de confianza, algo parienta suya, y presunta he- redera de todo su caudal, llamada Angustias. En los negocios del campo tenía encargado á un ca- pataz de sentimientos algo malos y de catadura no muy buena, por lo cual sus vecinos le llamaban Malsem- blante. Apesar de esto, Angustias y Malsemblante simpati- zaban entre sí, y se entendían perfectamente; porque eran tal para cual. Dos veces habían intentado ya unfrse en matrimo- nio, y las dos veces se había opuesto D.* Clemencia, amenazando despedirlo á él y desheredar á ella, sino desistían de su proyecto. Un día se le metió el demonio 4 Malsemblante de- bajo del sombrero, é introduciéndose por la cabeza le dijo en el pensamiento. Tu ama es una mala mujer que te quita con sus rarezas tu felicidad y la de Angustias; es preciso que os vengueis de ella. Además está tan vieja y achacosa que se le hace un favor, quitándola de en medio. Por Otra parte está enferma en cama, y el médico dice que dura poco. Es la hora de dar el golpe sobre seguro, que PIES 7 A A A a e A