BCCPAM000535-2-21000000000000
EL DOGMA FRANCISCANO ¡Bien, por el cocinero! se conoce que es un defensor acérrimo del dogma inmaculado. Y adelante, que no podemos detenernos mucho. Ese de enfrente debe ser el comedor, según indica esa otra quintilla que está so- bre la puerta, y que parece hablar con el religioso que entre ahí, pues dice así: Para sentarte á la mesa E Sea de noche Ó de día, Rézale un Avemaría, A la original pureza De nuestra Madre María. Adelante! que se hace tarde! Vente por aquí, suba- mos por ésta escalera; ¡qué cuadro tan hermoso! ¿No lo ves? Es de la Virgen del buen Consejo con el Niño Je- sús en los brazos. De ese Divino Niño han sacado estos religiosos un argumento fortísimo para probar el dog- ma que defienden. Míralo compendiado en ese par de cuartetas, que parecen de Ulloa. Es el ser Madre de Dios, De pecado tan ajeno, Virgen, que ó el pecado es bueno, O no lo tuvisteis Vos. ] Pues, fuera poco decente Para Dios, tu Hijo amado, Concebirlo tú inocente, Y El á tí con el pecado. Lo que toca eso no: tiene vuelta de hoja. Bonito estál—Pues toma nota y sigamos andando, que por ese claustro adelante, volviendo ála izquierda, creo que es-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz