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EL SOCIALISTA MODELO 155 a hora de antemano anunciada comenzó la sesión ¡ bajo la presidenc ia del compañero Paniagua, el cual co- menzó su peroración, combatiendo duramente á los bur- gueses y patronos que se enriquecen á costa del sudor y de la sangre del pobre obrero. Luego se ler antó el compañero Vinagre, y con su ; d e : rada clamó contra los industriales q cara avina g tian por hambre al indefenso trabajador que no quiere dejarse explotar. Echó pestes contra las autoridades pú- blicas, á las que llamó sanguijuelas del presupuesto, cuadrillas de bandoleros, y otras lindezas por el es- tilo. Después de él hizo uso de la palabra el hermano Polvorilla, que empezó su discurso echando cl diciendo que ya no era ocasión de hablar, sino de obrar; spas y que ya estaban demás las palabras y era preciso proce- der á las obras; pero con aliento, con energía, sin mi- ramiento alguno, caiga el que caiga; y á repartir los bie- nes que la madre naturaleza prodiga con mano genero- sa átodos los habitantes del globo terráqueo. ¿Por qué ha de ser patrimonio de unos cuantos lo que Dios crió para todos? ¡Fuera de odiosas distinciones de clasel ¡Abajo la burguesía! ¡Procedamos á la liquidación social, y viva el socialismo! (Aquí la voz del orador fué ahogada por los frené- ticos aplausos que le tributó el auditorio.) Apaciguado el tumulto, se levanta un hombre algo regordete, joven todavia y pide la palabra para desarro- Mar una de las magníficas ideas que el compañero Polvo- rilla acaba de emitir. El presidente la concede; el públi- co espera en silencio; el orador dirige una mirada escru-