BCCPAM000535-2-21000000000000
o PEDID Y RECIBIREIS joven me obligaba todas las tardes á que la acompaña- ra al templo de la Virgen para rezarla con ella. —La última vez que recé esta oración debió ser con mi esposa (q. e. p. d.), días antes de morir ella... No, no me equivoco: la última vez fué con mi hija en el Colegio de Niñas Nobles de Granada á la Purísima del altar, an- te la cual me llevó ella la última vez que estuve á ver- la. ¡Mi hija, mi esposa, mi madre! qué tres recuerdos, que tres ángeles, y á pesar de los tres me perdí, y quizá habré sido causa de la perdición de mi Carmela! Cuando yo emigré la dejé interna en aquel Colegio; al Hegar aquí quise escribirla, y lo dejé de hacer por temor de ser descubierto y aprisionado; más tarde quise pregun- tar por ella á la Superiora, y me detuvo al pensar que le debía algunas mensualidades y podían echármela de allí al conocer mi precaria situación; luego... ¡ah como había pasado tanto tiempo y estaba yo aquí tan enreda- do, temí saber de ella y que ella supiese de mi! ¡Hija de mi alma! ¿Habrá muerto? ¿Vivirá y será víctima de hon- das penas y terribles sufrimientos? ¿Carmela mía! ¿Dón- de estás? ¡A y, si tu padre te tuviera aquí á la cabecera de sulecho, que feliz moriríal... Mientras él decía esto, llorando amargamente, re- cordaba yo haber estado en Málaga dando Ejercicios en un convento de monjas, y que allí una religiosa, á quien llamaban la huerfanita,me había contado su triste historia. Había estado interna en el Colegio de Niñas Nobles de Granada, á cargo de las Hijas de San Vicente; las re- ligiosas, viéndola sola en el mundo y con vocación al claustro, le habían buscado colocación en aquella Co- A
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz