BCCPAM000535-2-16000000000000

=D madre, sin dejar de sentirlo profundamente, se con formó al fin con la voluntad de Dios, y dió por bue- na la conducta de su hijo; y cuando la buena señora, sin poderlo remediar, llamaba á su hijo ingrato, Inés le decía: —Vamos, déjese usted de eso, que lo que no tie- ne remedio, olvidarlo es lo mejor. Dos cosas sabemos de él, que está en'un convento donde es dichoso, y que no escribirá hasta que profese, pasado un año, Conque á encomendarlo á Dios, y á esperar, que eso se pasa pronto.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz