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ado de l~- asistencia Y cuidado de los huéspedes, que les servirá con mucha ...,Ma& Yamabilidad en todo cuanto sea necesario procurando que nada les falte. XV. Habiend_o dispuest? varios Soberanos Pontífices que los miembros de .... ~~ co0;gregac1ón se de~:hquen a confesar seglares, disposición que no es un egto, sino_ una derogación sobre este punto hecha a nuestras Constituciones -~ comuru~d se ocupará en dicho ministerio por la mayor honra y gloria d~ , c~>1no ta.i:nbi~n por el ~yor bien de_las almas, pero de tal modo que la dicha C91liact 1 6n no unp1da la estncta observancia de las mismas Constituciones en todo lo te. En cons~uencia, p~es, . n_o se podrá confesar nunca ni bajo ningún pretexto te la oraoón, el ofiCio d1vmo o cualquier otro acto de comunidad; no se podrá esar tampoco por la tarde cuando este ministerio se hace incompatible con el divino, la oración, las conferencias, el estudio que debe hacerse en dicho , y el levantarse a media noche y la austeridad de nuestra vida. Pero en tiempo Pascual_, si es necesario se podrá confesar entre Vísperas y letas, y nunca en otro tiempo. En un caso extraordinario, como es el de un , el Superior, con los PP., verá el modo de acudir a las necesidades de las pobres sin que los confesores falten por eso a las horas destinadas al Coro. Y en ·ón a que en este país los hombres olvidan o descuidan la frecuencia de los llcram 1 entos, se escogerá para ellos solos un Confesor, que se servirá de todos los os que puede sugerirle el celo, para atenderlos, pero no se confesarán en la tía u otro sitio que no sea la Iglesia. XVI. Como la predicación de la palabra divina es, como lo dicen las Sagradas tudones, uno de los ministerio más dignos, de más utilidad y elevación que hay la Iglesia militante, del cual depende en gran parte la salvación del mundo, y tan recomendado por nuestras Constituciones y nuestra Regla, nuestra [lal.MIIU&A'dad,a ruegos del Sr. Obispo o de los Párrocos, se prestará a tan sagrado terio tanto cuanto lo permitan los ejercicios anteriores del Convento. Se an11n11 án cuantos predicadores se puedan para hacer cuaresmas, dar ejercicios y todo para las misiones, que son las que más almas ganan a Dios, y a las que está 111aao1"2t1 muy especialmente nuestra Comunidad. Y para que los gastos de los predicadores no sirvan de retraimiento a los os para llamamos a sus parroquias, y para que sirva de edificación al pueblo y recogimiento al religioso predicador y pueda hacer mejor sus ejercicios religiosos el método propuesto en tales casos, sin contar otras m?chas vet?-tajas, los ores y misioneros no se hospedarán en las Casas de los Parroc?s, ru en las _de particulares. Sino que cuando son llamados a alguna parroqwa, el Supenor birá al Cura Párroco, suplicándole se digne buscar una pobre casa que e~té p:una a la Iglesia, con las habitaciones, camas y mu~?les absol1;1~ente necesanos nuestro pobre estado, cuyos objetos le serán d~s1g!1ados, diaendole q'!e por lo toca a la manutención de los religiosos no pase rungun apuro porque est.an llenos confianza en la caridad de los fieles de la Parroquia. Con estas condidones y nunca de otro modo es como han de ir a_ ~s Parroquias misioneros en número de 3 al menos, cuando es para hacer una nus1ón, y dos _en de ejercicios o de una cuaresma; ~ _fin d~ ~ue de este m~o- puedan meJor rac1tlatr a su vez los misioneros sus ejeraaos religiosos Ylos del mm_isteri~. ~evarán 0 un hermano lego que es el que cuidará de preparar las co~das pidiendo la d d tal ,.,...,..,en·or y modestia religiosa que edifiquen a todo el e ca a en casa, con 'l:;.A" con su muda pero eficaz predicación. 115

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