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¿No ~e bas~ el que ya hayamos visitado y hablado (continuando siempre) con el cardenal Bianchi,_ c~>n el c~denal Howard, con los limos. Bocafolli ( el que hace los decretos), Marzolini, Pallom... y que todos estén ya prevenidos contra todo díscolo, y que hayan leí~o sus torpe~ amenazas?... Vaya, noy macu, escolta las que't volen bé. A Roma has apres molt, pero per més que pe.nsis lo contrari t'afirmo que sois en sabs lo primer añ de llatí. Are mateix tenim negoci de un bobo quíntuplo calumniador y tu creus que sois a España y a simplets. ' Mira las tres máximas de Roma. P. Despreci deis escribidors. 2ª. Guardar tot escrit. 3ª. Castigar al cap de mols añs, y genera1ísimament castigar per desprecio, creyendo que millares de díscolos toman más importancia haciendo de ellos casos por bien o por mal. Y estas máximas son para que el superior sea siempre apoyado y tenga las manos libres. Así piensa la curia romana y católica, enseñada por el Espíritu Santo. Dime, ¿te has arrepentido jamás de mis consejos? Conclusión mía y de los otros. Calma total, aunque parezcas obrar con debilidad, esperando un gran remedio que tus pesadilleros lo aceleran muchísimo. Si Camilo [de Cirauqui] fuera sin obediencia a Antequera, haz una carcajada, avísenos por parte al P. General, en castellano, firmada por ti, digna y calma, con algunos datos brevísimos (2 o tres páginas), sellada con tu sello. Si te escriben para anunciane la rebeldía, o llegada a Antequera, responde así: "M. R. P.: Su conducta en lo que acaba de hacer, sin mi licencia, ha comprometido su conciencia. Pido al Sefior le ilumine, y mandando a V. P. cumpla con su deber de súbdito, me digo suyo en el Seilor. Fr. Joaquín". Haz como te encargamos y vive en paz. Creo es bueno estés en Catalufia hasta que todo concluya. El Card. Bianchi teme tan poco a los díscolos (aunque los conozca) que casi estaba por decirte era bueno los mandases a Roma: pero basta nos mandes sus escritos. Si no te ríes y desprecias (deplorando sin embargo el mal) esos tontos, me afligirás viendo que no sigues nuestros consejos, dados con pleno conocimiento del asunto. No pienses en el qué dirán los que no saben_ el por qué de ~ sile_ncio. Responde, si quieres: "Qµiero con mi silencio abrir los OJOS a muchos, y ev1denoar lo que es el juzgar a sus superiores y obrar contra su voluntad. acta más. Paz Yespera. Todos te dan mil memorias. Te quiero alegre y abandonado a Dios, que representas. Tuyo ex corde F. Cal. No olvides mis encargos sucesivos sobre Mensajero, Ramilletes, Carcasonne, etc. Mil cosas al P. Fr. Javier. Cuando haya algo oficial te telegrafiaré. [Fennín de] Velliza ti~e ,Yª su píldora. Dios haga que no se necesite otra. una vez organizada Espafia ya te dire lo que debes hacer de los díscolos, y el capítulo General último ya te lo confirma con algunas dlsposictones contra todo díscolo. 87