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A bes amar á tu Dios porque te redimió, sino que le debes amar cuanto puedas por haberte redimido á costa de impon- derables trabajos. Colócate, alma mia, con el entendimiento sobre el Calvario, y mira, ¿quién padece? ¿qué es lo que padece y por quienes lo padece? ¡O Dios de mi alma y demi corazon, auménta- nos la fé para que no se nos hagan in- creibles los excesos de tu amor! ¿Es posible que quien padece es Dios ver- dadero, hijo de Dios verdadero, Ver- bo del Padre, candor de la eterna luz, espejo sin mancha de la Divi- nidad, Sabiduría infinita, Padre del siglo venidero, Príncipe de la paz, Rey inmortal. de los. síglos , omnipotente, santo, justo, principio y fin de todas las cosas? Es posible que este sea aquel Criador que todo. lo hizo' de nada, que todo lo mantiene y lo conserva, y todo lo gobierna con admirable órden y eco-