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— 155 — Dios. ¿Quién me la ha conservado. y conserva hasta este dia? Dios. ¡Y qué! ¿no seré yo agradecido á un fayor. tan singular que no, ha hecho. 4 tantos otros? Sí, alma mia, justo, es agrade- cerle yy emplear, un, sentido, tan noble y tan necesario en servicio, del, Señor. El don de la palabra es una miseri- cordia grande del Señor, que nos dis- tingue mucho de. los brutos., Muchos de ellos son mas ligeros que nosotros; muchos son mas fuertes que nosotros; muchos se aproyechan de. las yerbas medicinales del campo mejor que,nos- otros; pero á ninguno: ha concedido .el (Criador el uso, espedito de la, lengua para formar. palabras. y manifestar, con ellas sus deseos. Solo el hombre está dotado de esta gracia singular.. Pero ¡ay! ¿Cuántos nacieron mudos? ¿cuántos á fuerza de multiplicar: las señas .coD una extraordinaria fatiga nos, dan 4 ens