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— 103 — amase-á los suyos, dice, que tenia en el mundo, los omó en el fin. ¡0 pala- bras profundas, y qué llenas estais de inexplicables misterios! Dios nos amaba cuando sacó de la nada toda esta her- mosa fábrica del universo: Dios nos amaba desde su misma eternidad; Dios nos amaba antes y despues de habernos dado vida: Cum dilexisset suos, qui erant in mundo; pero nunca mostró lo grande, lo magnífico de su amor como en el fin. Entonces nos amó sin fin, sin término ni medida: In fine dilexit eos. Crió Dios el cielo, el sol, la. luna, las estrellas, los vientos, los mares, los hombres, los ángeles y todas las cosas; pero nada hay en esto de magnífico, nada de estupendo, si atendemos .4 que estas obras eran de la Omnipoten- cia, que podia hacerlas mas grandes y mejores. Nada le costó al Todopoderoso la obra del universo: él lo dijo y todo