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PERRA (Conrerencia VIGÉSIMA SEGUNDA Del rezo de los terciarios Immola Deo sacrificium laudis. Ofrece d Dios sacrificio de alabanzas, (Ps., XLIX, 14.) JJUANTO más se estudia la Regla de la V. O. T., carísimos hermanos, más se descubre su excelencia y aparece con mayor claridad su eficacia para con- ducir á las almas al monte santo de la perfección. En su extremada sencillez, esa Regla, si bien se considera, encierra el ideal de la santidad á que debe en el mundo aspirar un perfecto cristiano, y prescribe á la vez los medios más oportunos y poderosos para conseguirlo. Reflexionando aten- tamente sobre ella, no es difícil apreciar el ele- vado criterio, el sentido práctico del Seráfico Le- gislador y el conocimiento profundo que tenía del corazón humano, no menos que de los peligrosos escollos en donde suele estrellarse la virtud de los 5