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272 PARA ESTABLECER UNA NUEVA ASOCIACIÓN baluartes donde el pueblo, el individuo y la fami- lia, puedan guarecerse de los peligros de perver- sión que les amenazan, y guardar el tesoro de las buenas costumbres y de sus creencias cristianas. Y ved, hermanos míos, lo que nos proponemos hacer al establecer canónicamente entre vosotros la O. T. de Penitencia de San Francisco de Asís; queremos ofreceros un medio eficaz para preser- varos del contagio del error y de la inmoralidad. Con el fin, pues, de estimularos á que os alis- téis en la milicia Franciscana, me propongo en este discurso hablaros primero, del origen y natu- raleza de la O. T., y después, de los requisitos necesarios para pertenecer á ella y de todo lo demás que conviene saber sobre este particular. —Ave María. Dios Nuestro Señor, que ha vigilado siempre con particularisima providencia sobre su Iglesia, ha cuidado en todo tiempo de enviarle hombres extraordinarios, que bien con su talento, bien con su predicación, ó con los resplandores de sus he- roicas virtudes, la defendieran ora de los ataques de la herejía, ora de las corrientes de la inmorali- dad que amenazaba penetrar hasta el mismo san- tuario. Vióse esto palpablemente en el siglo XIII de la era cristiana, que fué, al decir de los historiado- res, una época muy crítica y asaz peligrosa para la causa de la Iglesia. Porque multitud de herejías

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