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CONFERENCIA TRIGÉSIMA TERCERA 259 ¿Le concedéis toda la importancia que tiene? ¿Estáis dispuestos á corresponder al voluntario compromiso que vais á formular en la presencia de Dios? ¿Conocéis los deberes de un buen tercia- rio? Ved el objeto de esta breve plática que os dirijo: recordaros la excelencia de vuestra profe- sión, las obligaciones que impone y los medios más eficaces para cumplirlas. —Ave María. Santo es, amados hermanos, y muy excelente el religioso acto que vais á realizar desde cual- quier punto de vista que se le considere. La pro- fesión del terciario es santa y meritoria, porque la Iglesia, maestra infalible del culto religioso, la considera como tal, la santifica con sus bendicio- nes, la realza con sus ceremonias, la bendice con sus preces y oraciones y la da fuerza y vigor con su autoridad. La Iglesia es la que ha establecido la profesión del terciario; ella la que ha determi- nado las circunstancias en que debe hacerse y los requisitos necesarios para su validez. La dignidad y excelencia que esto confiere á vuestra profesión es cosa que salta á la vista, puesto que la asemeja al acto más sagrado y meritorio que puede verificar un cristiano, cual es la profesión religiosa. Las mismas formalidades que se exigen para ésta se piden también para profesar en la O. T.: un año completo de novi- ciado, determinada fórmula de profesión, y minis-