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CONFERENCIA TRIGÉSIMA SEGUNDA 255 vida, conforme á los dictámenes de la Regla, especialmente en lo que se refiere á abstenerse de espectáculos mundanos y diversiones menos conformes con la moral del Evangelio, y si no tenéis suficiente voluntad, si no os encontráis con ánimo de ser terciarios prácticos y de verdad, no profeséis, pues como dice la Sagrada Escritura: «Mejor es no hacer promesas que después de hechas no cumplirlas; pues desagrada á Dios la promesa infiel é imprudente» (1). Yo espero, por lo tanto, que vosotros recibi- réis el santo hábito con sentimientos de amor y devoción y que procuraréis ser unos buenos novi- cios, asistiendo con puntualidad á las reuniones mensuales y cumpliendo todo lo demás que el maestro os ordenare. Haciéndolo así tendremos la esperanza fundada de que vosotros que hoy nacéis cual tiernos arbustos en el jardín Seráfico, llegaréis un día á ser árboles frondosos cargados de frutos de bendición. Bendígaos el Señor con la abundan- cia de sus dones y confirme en vosotros los santos propósitos que os llevan, en este día, á vestir las libreas de los hijos de San Francisco. El Seráfico Patriarca os otorgue su bendición paternal, y al recibiros entre el número de sus hijos, os haga participantes de sus virtudes y os alcance de Dios la perseverancia en el bien para que con ello con- sigáis vuestra eterna salvación. —Amén. (1) Eccles., V, 3, 4.