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BA BA BR DR MEE aa MIRRA IB BID RIADA URI III CONFERENCIA DÉCIMASÉTIMA fas diversiones mundanas Nolite diligere mumdum, neque ea que in mundo sunt. No querdis amar al mundo ni las cosas mundanas. (1 JOANN. Il, 15.) NUAVE es el yugo del Evangelio y fácil de llevar la carga de los Divi- Se nos Mandamientos. El espíritu del cristianismo lo mismo condena la relajación que el . rigorismo: de igual manera se opone á la excesiva lenitud, que tolera más de lo que permiten las leyes de Dios y de la Iglesia, que al rigor exagerado que estrecha la moral y agranda indebidamente la esfera de los preceptos divinos y eclesiásticos. Una y otra cosa son enteramente ajenas al espíritu de nuestra santa Religión, la cual hace consistir en el justo medio la perfección de la virtud y no en los extremos y exageraciones. El que no ve en el Catolicismo sino una reli- gión de temor, rígida, inflexible en todo, sobre- a