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GLUED ED Da A O III OLA TO CONFERENCIA DÉCIMASEXTA De la moderación In vestitu ne glorieris unquam. No te glo- ries jamás por el vestido. (ECCLES., XI, 4.) L aborrecimiento del mundo y de todas sus locuras y vanidades, es condición indispensable de la vida cristiana. Entre Jesucristo y el mundo existe un antagonismo absoluto, una desavenencia de todo punto irreconciliable, una formal oposición de prin- cipios, de doctrinas, de tendencias, de amores, de aspiraciones; aspiraciones, amores, tendencias, doctrinas y principios que engendran obras y cos- tumbres también opuestas y diversas. Por esta razón es imposible que Cristo, sus enseñanzas, su moral, se identifique jamás con el mundo; más fácil que esto sería el que se juntasen la luz y las tinieblas, la verdad y la mentira, el vicio y la virtud. Debiendo, pues, el cristiano ser, como dicen 1 ' | i Y | A A A