BCCPAM000526-2-19000000000000
CONFERENCIA DÉCIMATERCIA 207 terciarios, hábito que, no obstante su disminución, conserva toda su excelencia, dignidad y privile- gios. Eso es, amados hermanos, en su origen la cuerda y el escapulario que vestís; prenda ideada y santificada por el Serafín de Asís, púrpura sagra- da teñida con la sangre de Nuestro Señor Jesu- cristo y de su siervo Francisco, como la llamó un príncipe de la Iglesia, insignia gloriosa que trae á la memoria el abrasado amor del Crucificado de Alvernia y recuerda la heroica virtud de innume- rables terciarios que la santificaron con su edifi- cante vida. Si es noble y apreciable por lo que es en sí el hábito de la V. O. T., no lo es menos por lo que significa, lo cual puede fácilmente colegirse de la fórmula y ceremonias que emplea la Iglesia al imponerlo. Permitidme, pues, que os lo recuerde en esta ocasión para que mejor os capacitéis de ellas y cobréis gran veneración á la investidura del hábito. Comienza la piadosa ceremonia arrodillándose el candidato ante el altar y en presencia del sacer- dote á quien dirige esta humilde súplica: «Padre, pido humildemente el hábito de la T. O. de Peni- tencia para conseguir más fácilmente mi salvación eterna.» A la cual contesta el ministro de Dios con un Deo gratías, rindiendo al Dator de todo bien tributo de gratitud por haber inspirado á su siervo tan santo propósito. La Iglesia ha querido enseñar á todos con esto, que la vocación á la O. T. es una gracia especialísima, un don de Dios que hay que
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz