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II aa CONFERENCIA NOVENA De las buenas costumbres Juste et pie vivamus. Vivamos Justa y pia- dosamente, (TIT., Il, 12). ¡OR excelente y meritoria que sea la ES || fe, por extremada que sea la ne- RR | cesidad que de ella tenemos, es cierto, no obstante, que ella sola no basta para justificar al hombre. Con notoria aberración enseñó el protestantis- mo lo contrario á esta doctrina, pretendiendo que el hombre alcanzaba su salvación únicamente por la fe, sin necesidad de las obras; pero la Iglesia condenó esta demencia de los novadores opo- niendo á este funestísimo error las enseñanzas de la Tradición y de la Escritura, las cuales puntual- mente dicen: «Que la fe sin las obras es muerta. Que el hombre se justifica por medio de las obras, y no por la fe solamente. En suma: Que al modo

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