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92 GRACIAS Y PRIVILEGIOS DE LA V, O. E. parciales que ganan los que visitan las Estaciones de Roma, la Porciúáncula, Jerusalén y Santiago de Compostela, las cuales son incalculables. No es, pues, exagerado afirmar que un terciario diligente y solícito podría cada día ganar incalculable nú- mero de indulgencias plenarias. ¡Qué inmenso tesoro de gracias no ofrece á sus hijos la V. O. T., no sólo para ellos, sino para las pobres ánimas del purgatorio! Según refiere monseñor de Segur, un beato de la familia Franciscana, que había tenido gran devoción á ganar el tesoro de indulgencias de que se halla enriquecida la Estación Mayor, supo, antes de su muerte, por revelación de Nuestro Señor, que, por este medio, había tenido .la dicha de librar del purgatorio más de ¡un millón cua- trocientas veinte mil almas! Sirva esto, amados terciarios, de estímulo á vuestro celo para practi- car á menudo tan eficaz y provechosa devoción. II Si á lo dicho añadimos las dos bendiciones papales, las nueve absoluciones generales que el terciario puede recibir durante el año y las cua- renta y seis indulgencias plenarias que puede ganar en las diversas festividades, ya de la Orden Seráfica, ya de la Iglesia en general, se compren- derá con cuánta razón puede afirmarse que, entre todas las instituciones de su misma indole, nin- guna es tan abundante y rica en tesoros espiritua-