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BERNARDITA SOUBIROUS Y SUS VISIONES, ; OBRE la actitud de la nifia Bernardita Soubirous al apa- recérsele la Virgen en la gruta de Massabielle, se han recogido interesantes relatos de gente sencilla que asistia a aquellas escenas casi celestiales, y que indican clara- mente el cardcter admirable de la nifia, y lo celestial y sobrena- tural de sus éxtasis ante aquella Seflora que tan admirablemente conversaba con ella. De la obra del P. Cros «Nuestra Senora de Lourdes» entresacamos los siguientes relatos: «Lo que mas llamaba la atencién era su rostro: se des- componia; se le veia ponerse palido, muy palido; daba miedo y gozo 4 la vez; aquella blancura era muy hermosa 4 la vista, y sin embargo parecia que uno iba 4 presenciar la muerte de la nina. La primera vez que la vi asi, exclamé y otros conmigo: «!Dios mio! va a morir.» !Qué gozo daba verla, cuando su rostro se transformaba! Aquello era un verdadero semblante de virgen; el rostro de los nifios, cuando duermen en la cuna.., Cuando sonreia, hubiérase dicho que su rostro era el de un angel y que estaba ya en el cielo: ésta sonrisa conmovia el corazon y haciame llorar. Oydsela algunas veces reirse alto, aunque no muy fuerte; pero era una risa linda, graciosa como la de los nifos inocentes. Lo que conmovia mas atin era la elegancia de sus saludos: el sacerdote que mejor lo hace, no saluda tan bien al Santisimo Sa- cramento. ;Aquello era tan respetuoso, tan bello! Un dia pregunté id | 8 il ante nam sane tapeinle aci dii pane eens shane pst nmin hails