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79 vor con que hablaba, que todos los oyentes salian animados de nuevo espiritu ya fuesen personas pecadoras, ya religiosas. Al terminar las misiones solia llevar sobre sus propios hombros una pesada cruz a la cumbre de alguna colina inmediata para que el pueblo al verla se mantuviera constante en sus buenos propdsitos.. Estas mani- festaciones de su ardiente caridad le valieron muchas veces grandes muestras de veneracién popular, por lo que mortificada su humil- dad se escondia y permanecia asi alejado algunos dias. Para perma- necer en esta humildad se ejercitaba de continuo en toda clase de penitencias, y afligia su cuerpo con cilicios, disciplinas y ayunos tan rigurosos, que parece increible que pudiese resistirlos. Esta pureza de vida y de costumbres era la causa de que Dios confirmara la opinion que todos tenian de su santidad con porten- tosos milagros. En 1601 predicaba la Santa Cuaresma en Otricoli, en tiempo que la penuria y escasez traia angustiado todo el pais. En el tercer domingo invité al pueblo 4 que acudiera el cuarto a la Iglesia para ganar la Indulgencia plenaria y oir el sermon de la multiplicacién de los panes. Rog6é-también 4 cierta seflora muy pia- dosa que recogiera un poco de harina para hacer los panes que debia distribuir después de bendecirlos. Como era mucha la miseria del pueblo sélo se pudo recoger una arroba de harina, teniéndose por imposible hacer con tan poca cantidad pan suficiente para todos. El Padre la mandé que hiciera pan y venciendo su _ repugnan- cia de obedecer, la Sefiora da principio 4 la obra y cual no seria su asombro al ver que la masa como maravillosa espuma iba cre- ciendo y aumentandose en tales términos que pudo sacar 300 libras de pan, que se distribuyeron entre aquellas pobres gentes. En otra ocasion repitid el mismo milagro en el pueblo de Borbona. Varias veces atraveso rios de corriente muy crecida, sin que se mojasen ni siquiera sus sandalias. Por fin después de uf apostolado de veintidos afios, el Senior para hacerle mas digno de si le envid una enfermedad cancerosa en la que mostro heroica paciencia en los horribles dolores que le hacia sufrir. Para curarle le hicieron dos crueles incisiones sin dar otro quejido que este: Santa Maria, ruega por nosotros miserables pecadores. Habiendo sido infructuosa la operacién espir6 el Santo dichosamente en el dia 4 de Febrero de 1612, a los cincuenta y ocho afios de su edad. Por sus heroicas virtudes y muchos milagros que hizo después de muerto, el Papa Clemente XII le beatificé y por ultimo Bene. dicto XIV le puso en el numero de los Santos.
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