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75 Con sed hidrépica bebe El rojo humor que destila... jGloria al primer comulgante De aquella sangre divina! _ Y enjugdndose las lagrimas Que han surcado sus mejillas, Cogiendo al Nifio en sus brazos Entre inefables caricias, Con voz que el llanto entrecorta, Dice de penas transida: —Pero jqué es esto, Bien mio? A ver: ensefia la espina. jAy, cuan hondo te ha llegado! iTe duele mucho, alma mia? Con poco mas te taladra La inocente manecita, jCon razon sobrada lloras! —jSi no lloro por la espinal! Dice el Nifio, entre sus lagrimas Ostentando una sonrisa Bella, cual grupo de rosas Entre lluvias invernizas: —Seca esas lagrimas, Madre; Que no lloro por la espina. —Pues entonces, ;por qué lloras? —Lloro, porque yo queria Que hubiera sido en la frente... —-jAy Jestis, que me horrorizas! Perdona, Madre del alma; Yo crei que tu sabias Como al rey de los dolores Cuadran coronas de espinas. —Sé que te aguarda el Calvario.., —Por eso te lo decia. —Si, corderito entre zarzas Del monte Moria en la cima;